jueves, 30 de abril de 2009

Aristotelia chilensis (Molina) Stuntz (syn Cornus chilensis Molina) de la familia Elaeocarpaceae, es una especie nativa chilena, conocida popularmente como maqui. Es un árbol pequeño (hasta 4 m), siempre verde, que se distribuye desde la IV hasta la XI región de Chile.

Esta especie es muy conocida por el uso que se le da a su fruto en alimentación, razón por la que ha sido muy poco estudiada para su uso en terapia. Sin embargo, los pueblos aborígenes utilizan sus hojas en forma de infusión, tanto en el tratamiento de diarreas, como en amigdalitis, faringitis y úlceras bucales.1 Esto se apoya en hallazgos fitoquímicos que describen la presencia de polifenoles, como los flavonoides, en las hojas de A. chilensis.1

Los compuestos fenólicos constituyen una gran familia de metabolitos secundarios con distintas características químicas y propiedades biológicas, sin embargo, comparten algunas de ellas; una de las más importantes es la de neutralizar la acción de radicales libres, que evita o retarda los procesos de lipoperoxidación y, consecuentemente, el daño celular.2 Por esto, desde hace un tiempo se ha venido estudiando el impacto en la salud de la población, del consumo de alimentos y suplementos que los contienen; se ha observado una disminución en la mortalidad y morbilidad por causa de enfermedades degenerativas, sobre todo al nivel cardiovascular.3,4

Estas observaciones se basan en antecedentes que indican que una disminución de antioxidantes plasmáticos favorece la peroxidación lipídica, lo cual contribuye a la disfunción endotelial presente en hipertensión e hipercolesterolemia; esta resulta el primer paso de la enfermedad aterosclerótica,5 además de estudios que muestran la correlación entre la incidencia de enfermedades degenerativas y las bajas concentraciones de antioxidantes plasmáticos.6

Un aspecto importante de la interacción con las membranas biológicas, es el peso molecular de los flavonoides como la cantidad de grupos hidroxilos que poseen, los que permiten la formación de puentes de hidrógeno.26 Una de las consecuencias de esta interacción tiene relación con la permeabilidad de las membranas, que podrían impedir el paso de radicales libres.

Uno de los aspectos que determinan la capacidad antioxidante en plasma humano es la genética, otros están relacionados con el tipo de alimentación, de modo que quienes acostumbran a consumir alimentos ricos en flavonoides y compuestos relacionados, tendrían una mayor defensa que quienes no los consumen o ingieren mayor cantidad de alimentos ricos en grasas. Aunque la alimentación no fue estandarizada en el estudio de intervención, un voluntario que tuvo un mínimo aumento de la capacidad antioxidante (5 %), comentó que dentro de su alimentación es habitual el consumo de té verde y frutas, lo que podría indicar, quizás de manera lógica, que la eficacia de la infusión de A. chilensis es mayor cuando el aporte de antioxidantes exógenos son menores. Además, esta persona fue la misma cuya formación de dienos conjugados aumentó en 48 % luego de la ingesta de la infusión, que mostró un claro efecto prooxidante. Entonces, lo antes expuesto sobre la alimentación y su influencia sobre la capacidad antioxidante solo es cierto en alguna medida, puesto que a altas dosis, los polifenoles pueden actuar como prooxidantes que producen radicales libres, mutagénicos e inhibidores de enzimas relacionadas con el metabolismo hormonal,27 por lo que su consumo excesivo podría sobrepasar los beneficios que lleva un consumo moderado.

Los resultados aquí expuestos permiten aventurar el posible uso de A. chilensis como fuente natural de antioxidantes. Aspectos fundamentales como biodisponibilidad, metabolismo y toxicidad, entre otros, deben ser tratados en el futuro, de manera que aporten información para avalar estos resultados.

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